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Supongamos que todas las ciencias humanas se interesan por un único y común paisaje: el de las acciones pasadas, presentes y futuras del hombre. Supongamos que este paisaje es, por añadidura, coherente, lo que habría con toda evidencia que demostrar. Frente a este panorama, las ciencias humanas supondrían otros tantos observatorios, cada uno con sus vistas particulares,sus diferentes croquis perspectivos, sus colores, sus crónicas.

 

Fernand Braudel